Ancestralmente, como hoy en día la Ceremonia es una actividad que los seres humanos hemos creado para conectar con el espíritu de la vida. Ya sea para orar, curar, recibir guía o inspiración, una y otra vez hemos vuelta a crear estos espacio sagrados.
Todos podemos crear ceremonia, todos somos maestros y estudiantes. Guías y hasta nuestros propios chamanes. Y aunque hay seres humanos con mayor experiencia, es importante reconocer que la sabiduría ya existe dentro de nosotros.
Sencillamente, para crear ceremonia se toman en cuenta 3 aspectos.
1. Intención
2. Ayuno
3. Espacio
La intención es la apertura a la medicina, a la planta. Y el poder está en cl corazón.
El resultado se mide en el nivel de transformación interna. Estas plantas facilitan estados introspectivos y meditativos para llevar a cabo estos procesos, con guía externa o tu misma intuición. Utiliza la ceremonia para profundizar tu intención.
El ayuno, es el respeto y espacio que le vas a dar a la planta en tu cuerpo. La purificación. Y también para que el estomago pueda digerirlo mejor.
El espacio, más que un lugar físico es el momento que vas a crear para la ceremonia, puedes utilizar música, instrumentos, flores, inciensos, naturaleza, y todo lo que sientas adecuado, eso es totalmente al gusto. Procura lugares de armonía y paz.
Powerfoods en su gama ofrece las plantas maestras, Ayahuasca conocida también como Yagué y San Pedro Wachuma (huachuma). Ambas envueltas por un único misticismo y uso sagrado ceremonial originario Los Andes y la Amazonia. Reconocidos también como la Abuela y el Abuelo del reino de las plantas.
Y ahora sale de la selva y recorre los rincones del planeta llevando su medicina.
Las ceremonias generalmente se crean en grupo, donde los participantes cooperan a crear un espacio de armonía y amor para todos. La ceremonia también puede ser personal. En cualquier caso, es responsabilidad de la persona o grupos que haya una guía con experiencia.
Recomendación: dejar fluir, no estar ansioso, ni esperar grandes efectos. Las plantas maestras son suaves, ayudan a relajar y abrirnos al presente. Las mejores experiencias no son por la cantidad que tomas, el poder está en lo más sutil, en lo que se aprecia y hace presente cuando estamos en paz. Es ahí donde vienen las respuestas.